Dios mío, ¿yo escribiendo una entrada en plan reflexión en este blog? ¿Qué santo se ha caído? ¿Y pa qué, si nadie la va a leer?
Pero venía pensando en este tema en el coche de camino al trabajo (una hora de carretera da para mucho pensar) y tenía que escribirlo, y no se me ocurre otro sitio que aquí... así que aquí va...
La cosa es que llevo en el hobby de las BJDs... ¿cuánto? Desde 2006 si las cuentas no me fallan, ¿no?, que fue cuando me llegó Luna. Y en ese tiempo han caído en mis manos montones de muñecos, y me doy cuenta de que algunos son auténticas rarezas porque son muñecos creados por artesanos, por gente que a veces incluso los ha casteado en su casa.
El tema viene sobre todo porque me he encaprichado como una idiota del dragoncito de Cuartodolls (sí, siempre que digo que voy a parar, me entero de alguna maravilla como esa que no puedo resistir), y cuando ayer intenté contactar con él/la autor/a (no tengo ni idea de su género), me sorprendió lo amable, paciente y dedicad@ que es. A pesar de no hablar muy bien inglés, me contestó en inglés a todos los mensajes en cuestión de minutos, y me aseguró que ya tenía hueco reservado en su lista para hacerme uno de sus maravillosos dragoncitos.
De Cuartodolls, pasé a acordarme de Batchix. Batchix, personaje curioso cuya carrera en cierto modo he seguido desde aquellos viejos tiempos del programa para vestir muñequitas online "KisS", y que de pronto se puso a hacer BJDs que al principio me resultaban inalcanzables, pero que luego de pronto empecé a poder conseguir de segunda mano (su Timmian y su Machina Alfa, para empezar), y a la que tenía en el punto de mira cuando empezó a hablar de un robot chico que TENÍA que caer para ser la pareja de mi M4R14.
Le perdí la pista en esos dos años que conseguí mantenerme apartada del hobby, pero cuando de pronto comprobé que no solo había sacado ya el chico sino que estaba haciendo una segunda tanda de una pequeñaja preciosísima que le gustaba hasta a mi marido, me lancé y le escribí para reservar uno de cada. Tras unos pequeños problemas de comunicación que malinterpreté como falta de interés, de pronto me sorprendió con una atención exquisita, preocupación total por el producto... y lo mejor de todo, cuando como humana que es cometió el error de mandarme uno de los muñecos de color equivocado (con todos los problemas que eso supone, tanto de gastos de envío triplicados, que, reconozcámoslo, no creo que fuesen plato de su gusto siendo que no debe tener mucho margen de beneficio, como de miedo a aduanas y similar por mi parte), puso todos los medios para solucionarlo, y como regalo de compensación... ¡me mandó un prototipo de cabeza de Turiano que yo le había ofrecido comprarle por la patilla!
Todavía estoy flipando.
Por supuesto, al menos la cabeza de su nuevo muñeco Orfeo va a caer. Quizás las dos. El cuerpo no estoy tan segura... no es que no lo quiera pero, ¿ande coño lo meto?
En fin, tras esas dos experiencias tan increibles con dos personas que se desloman en el (estoy segura de que lo es) ingrato trabajo de modelar y castear BJDs, durante el viaje de hoy he pensado si habría una tendencia a ser maravilloso unida a ese inusual talento artístico... y he llegado a la conclusión de que sí.
A ver, la primera persona que me ha venido a la cabeza es Kao Chan, de Kennokokoro Dolls. Trampa tramposa, ya la conocía (virtualmente al menos, como conozco a todos los creadores de los que voy a hablar) anteriormente a que se dedicara (semi)profesionalmente al tema de las BJDs, pero es un ejemplo tan obvio de generosidad y encanto, que sobran las palabras.
Entonces me he ido atraaaaaaaas en el tiempo y he recordado la época en la que el mismísimo Rainman, sí, la mano creadora detrás de mi marca favorita, Elfdoll, era todo lo comunicativo que su escaso inglés le permitía y se relacionaba con la gente del grupo de Yahoo... las pocas veces que establecimos contacto y el cariño, creo que mutuo, que empezamos a tener el uno por el otro. A veces pienso que si me pasara por su taller en Corea me trataría como a una amiga (y quizás hasta podría hacerme con el prototipo de cabeza que uso para Anthony y que definitivamente se inspiró en mi Leo).
Y bueno, otros ejemplos adorables son Daisy Dayes (recuerdo cuando le compré uno de sus gatitos antropomorfos y me regaló el otro en el que había hecho las pruebas de maquillaje, ambos com maquillaje gratuito), o la chica de Tinybear (que tecnicamente me mando una muñeca gratis, ya que me dio la dirección de paypal erronea y no se dio cuenta de que no había recibido ningún pago hasta que Paypal me devolvió el dinero por dirección inexistente y yo, con la muñeca ya en mis manos, le avisé toda sorprendida, para enviarle el pago de nuevo... me podría haber callado, pero no soy tan borde). O incluso la suerte que tuve con el tristemente famoso Charles Stephan y sus criaturas, que donde otros se quedaron sin dinero y sin muñeco, a mi me mandaba regalitos y todo.
En fin. Que dados los disgustos que me ha dado otra gente últimamente, recordar la gente maravillosa que hay por el mundo y lo bien que me han tratado en general, anima mazo.
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Hace 2 años