¿DONDE ESTÁ EL PAIS DE LAS HADAS?

Cuando tenía unos 15 años, visité en el Legoland original, en Dinamarca, el Palacio de Titania, una casa de muñecas realizada hasta el mínimo detalle con un cariño y un gusto exquisitos. Aquella visita me impresionó hasta límites insospechados y pronto empecé a fantasear sobre los seres para los que fue creada, hasta el punto que empecé a escribir su historia en unos relatos almibarados y llenos de hormonas adolescentes cuyo único mérito era que fueron los únicos personajes de mi casi absoluta creación (hasta entonces escribía lo que ahora se llaman "fanfics", relatos con personajes de otras historias creadas por otros como los de Starwars, El Señor de los Anillos o Cristal Oscuro...). De aquel maravilloso palacio, yo sólo sabía que había sido hecho para la Reina de las Hadas, Titania, su esposo, Oberón, y sus siete hijos, de los que sólo sabía que el más pequeño, aún un bebé, se llamaba Crystal, y quizás, sólo quizás, cuatro de ellos podían ser Iris, Rubi, Daphne y Pearl, ya que en un mosaico de la casa, estaban esos cuatro nombres puestos.

Así que con esas pistas, creé a siete hermanos, 3 chicos y 4 chicas, y como parecía que sus nombres estaban relacionados con piedras preciosas, los dos nombres restantes fueron Opal y Amethyst, que luego al decidir traducirlos al español, se convirtió en Ámbar, porque sonaba más masculino que Amatista.

El proyecto, perdido entre papeles en mi dormitorio, y en algún punto muy dentro de mi ya supersaturado cerebro, se quedó aparcado durante años, pero cuando decidí comprar mi primera BJD, una parte de mí quería que esa BJD fuese Ámbar, que durante mi adolescencia fue mi amigo (y enamorado romántico) invisible. Las cosas fueron de otra manera, pero al final, Ámbar vino, y aunque nunca quise convertir en BJDs a los demás personajes, poco a poco me descubrí preguntándome si este molde o aquel podría ser Dafne o Cristal. Hasta que el proyecto empezó a tomar visos de realidad a base de encapricharme de cabezas sueltas (que siempre ocupan menos sitio que los muñecos enteros)... y, quien sabe, quizás algún día tengan todos hasta su cuerpo y su entidad...