Invocando, que es gerundio (1)

Tras varios días en postproducción, por fin podemos ofrecer la nueva epopeya de nuestro querido Señor Oscuro, Majerrimo Imperator Mundi (©Gabriel), en la que , como no... se vuelve a meter en camisa de once varas. Lo que no deja de ser una triste excusa para presentar a un nuevo miembro (sí, otro más ) de la familia.

Disclaimer: Pese a mi gran admiración por el maestro Yamato, quiero hacer constar que no hubo la menor intención de plagio de esta obra maestra, que cualquier parecido es pura coincidencia, o resultado quizás de la mente enjambre. Porque además, si hubiera copiado su historia, seguro que esta historia habría quedado mucho mejor de lo que ha quedado - aunque sin llegar a la suela del zapato de la original, claro...

Y ahora, sin más dilación, poneros la fanfarria de la 20 Century Fox, o los rugidos del león de la metro (aviso: haced pipí, y coged palomitas... que la historia es un poquitín larga...)... ¡que despegamos!

PRIMER CAPÍTULO: EL SUEÑO

El joven aspirante a Señor del Mal, Maltazar, había cogido la costumbre de leer todas las noches antes de acostarse un fragmento de su Necronomicón de bolsillo...



Maltazar: Invocación de demonios... mmmh... interesante... interesante...



Y como buen aficionado a la lectura... al final se quedó dormido encima del libro (y llenándolo de babas...)

Maltazar (entre sueños): Demonios.... zzzzzz



Maltazar: A ver, pequeña sabandija, tengo una misión para tí.
Hellboy (sorprendentemente humilde): Sí, mi amo?



Maltazar: Quiero que vayas a buscar a ese saco de pulgas que va de listillo por el mundo y le des una lección de la que nunca se olvide...



Hellboy: ¿Saco de pulgas?... ah, Dujal... si, mi amo... Es ese Pooka que vive con la hermosa Nicasia, ¿no?



Maltazar: ¡Ahí le has dado! Quiero que te lo lleves arrastrado cogido del rabo por los siete infiernos, sin ahorrarte pinchos, charcos de lava, aristas de hielo o cualquier cosa que pueda doler por el camino.



Hellboy (humildemente arrodillado): Vuestros deseos son órdenes para mí (vease como en el sueño de Maltazar, Hellboy es mucho más pequeño que su tamaño habitual, para que Maltazar pueda llegarle.. al menos... a la cintura... ejem)
Maltazar: Así me gusta. Buen chico... Ah, y una cosa más...



Maltazar (cuchicheando al oído de Hellboy): ... a Nicasia, ni te acerques nunca jamás... es mía, sólo mía... y si le tocas un solo pelo, devolveré al infierno la parte de tí a la que más aprecio tienes, ¿me has entendido?
Hellboy (tragando saliva): Sí, mi amo...



Hellboy: Allá voy, a cumplir las órdenes de mi amo... simpar Nicasia, le cedo a él mi puesto en tu corazón, pues sé que él lo merece mucho más que yo...



Maltazar (entre sueños): Nicasia, Nicasia... ya me he quitado a ese moscón del medio... Nicasiaaaaaa...

FIN DEL PRIMER CAPÍTULO - SIGUE EN EL PRÓXIMO POST