- Nombre: LA VIUDA ALEGRE, aka OLVIDO
- Casa: Iplehouse
- Edad: Desconocida, probablemente mayor de lo que aparenta.
- Tipo de muñeca: Light Cocori. Maquillaje default
- Llegada: 29 de Octubre de 2007
- Peluca: Default
- Ojos: Glib Sunflower 16 mm.
- Humano: Sonia
- Canción:
- Color favorito:
- Aroma: Piña Colada
HISTORIA Y PERSONALIDAD
La Viuda Alegre, de quien muy poca gente sabe su verdadero nombre, regenta la posada llamada igual que ella en varios planos del Multiverso. Se trata de una posada muy especial, ya que su puerta trasera acostumbra a desembocar en un plano distinto al de la puerta principal, particularmente cuando alguien sale corriendo por ella huyendo de algo o alguien.
La Viuda es una persona alegre, amable y cariñosa, con cierto aire maternal. Su labor es, simplemente, que la posada que heredó de su difunto esposo funcione y sirva de refugio a muchas personas que, como ella, necesitan romper con su mundo y dejar su pasado atrás. La posada en sí suele desaparecer cada cierto tiempo y aparecer en un plano diferente, aunque de un tiempo a esta parte, y gracias a cierto truco realizado por el pícaro Hermn, quien parece sentir por la viuda algo más que amistad, lleva bastante tiempo anclada en el mundo de Yrdin, Luna y compañía.
NOTAS SOBRE LA HISTORIA DEL MUÑECO
La viuda no iba a llamarse Olvido, ni a ser negra. La viuda era un personaje "comodín" de nuestras partidas de rol, que venía muy bien para comenzar una partida, digamos, en Ankh-Morpock y terminarla en La Tierra Media, o incluso crossovers mucho más desenfrenados, en los que Josema, como master, es un maestro. Solo un tiempo después apareció como personaje de "El Códice Birlano" e incluso a protagonizar el relato "Es bueno encontrarse con una vieja amiga".
Josema siempre decía que se la imaginaba como las mujeres de "Astérix en Córcega", hermosas, serias, morenas y vestidas de negro, con un punto de madurez pero hermosas sin lugar a duda. Sin embargo, yo siempre había querido una Cocori. Fue una muñeca que desde que salió, me tuvo enamorada (¿recuerdos atávicos, quizás, de mi Nancy negra?) y hoy día me sigue pareciendo la BJD de color más bonita que existe, y una de las más hermosas de mi colección (creo que, junto con Luna, son las dos únicas muñecas a las que de vez en cuando me quedo mirando a la cara embobada y pienso en lo afortunada que soy de tener dos bellezas tan perfectas). Estuve a punto de comprar una Cocori a una chica del grupo de Elfdoll, pero se echó atrás (sólo para venderla un año más tarde) y supongo que eso me dejó con las ganas, así que cuando en DOA ví que había otra a la venta, me dije a mi misma "Si la vende alguien de Europa, me la compro".
Joe. ¿De Europa? ¡De España!. La persona que me la vendió era española y muy asidua de los foros españoles, asi que en dos patadas me decidí y la compré. El nombre que tenía en casa de su antigua dueña era Olvido, aunque su historia no tenía nada que ver con la viuda, pero el nombre me gustó y le pedí permiso para conservarlo. Al fin y al cabo, la Viuda debía tener algún nombre antes de ser sólo "La Viuda", y Olvido evocaba cosas perfectas para su personaje de mujer que ha encontrado la paz tras un pasado tumultuoso.
Que esa muñeca fuera "La Viuda" fue una decisión unilateral mía que no sé si Josema me ha perdonado. Si venía una muñeca nueva, pensaba yo por aquel entonces, tenía que pertenecer a uno de los dos mundos que estábamos creando. Y la mujer más representativa, después de Luna y Mirna, de las historias de Josema, era la Viuda. Podía ser perfectamente una mujer negra. Vale, quizás eso nos obligaría a cambiarle el historial en algunas ocasiones, pero ¿no la veis ahí, tras una barra, atendiendo a los jóvenes aventureros dispuestos a meterse en lios? ¿O en un club de jazz de la América de los años 20, o en la penumbra de una taberna medieval, cual esclava fugada? A mí algo en sus ojos me decía que podía ser. Que La Viuda alegre podia ser ella. Y así fue.
